Hoy empecé a andar sin fijarme.

No sé cómo llegué frente a su calle.

Pero al notar mi error, al girarme,

miré hacia atrás, sin querer, y vi su imagen.

Y recordé su voz bromeando en las tardes, diciéndome:

¿qué harás si hay cambio de planes?
Hoy empecé a guardar todas sus cartas,

las fotos que encontré y algunas lágrimas.

Pero al tratar de juntar en una caja todo lo que me dejo

olvidé cerrarla.

Y a veces, sin querer, cuando todo está en calma,

la sombra del dolor asoma su cara.
Sí, volveré a sentir la oscuridad, a beber la soledad.
Hoy tengo que dejar un castillo en el aire, pisar el suelo,

aceptar un cambio de planes.

Cuando sientes que todo a tú alrededor se derrumba… cuando miras a unos ojos inundados de emoción y entre lágrimas adviertes como la vida se le va apagando...cuando descubres en otro rostro la cara de un ser querido ausente….cuando llegada la noche sientes la frialdad de la ausencia….
A pesar de todo, amanece un nuevo día e intentas reinventarlo con nuevos colores…. Y observas atónita que te han intentado robar el coche mientras la noche era fría y ausente…te pones en marcha, enciendes el equipo de música y como una maldición, emerge una canción que tantas veces has escuchado y es hoy cuando das sentido a la letra “pisar el suelo, aceptar un cambio de planes” ….enciendes el ordenador y basta leer un par de frases para comprobar que en 3 años y medio tu ignorancia e ingenuidad es mayor de lo que podrías imaginar…

Hace tiempo me hablaron de un ritual para ahuyentar las malas energías, consiste en darse una ducha frotando la piel con sal marina. Creo que hoy mi piel necesita más que nuca sentir la aspereza de la sal.......... la sal de la vida………