Seguí las indicaciones…cerré los ojos, frote con fuerza mi piel hasta hacerla enrojecer….mientras mi mente ahuyentaba los malos pensamientos …después un cálido baño terminó con el ritual. Ahora me siento mejor ¿ la sal hizo su mágica labor o la mente? Creo q está muy claro...
1 Comments:
At 16 diciembre, 2005 14:10, Anónimo said…
qué más da!
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